El 4 de febrero vivía en El Paraíso, la calle Madariaga, estudiaba en la UCV. A eso de las 4:30 am. me despertó una gran detonación, pues a pocas calles está la GN. Me volví a acosta y no le hice mucho caso... Al igual que muchos ciudadanos me sorprendió el suceso del Golpe Militar lanzado por los comandantes de ese entonces. A eso de las 6:00 am, cuando me levanté y puse el TV, que teníamos en ese entonces, al rato vimos la cara de Hugo Rafael Chavéz Frías anunciando su redición y promuniciando las ya famosas palabras: Por Ahora.
Siempre he sido un cabeza caliente, como me decía mi madre, mi pareja de ese entonces me preguntaba por qué no habían hecho la agitación en el pueblo y así no hubieran fracasado los militares. En la UCV, no me enteré nunca de que se iba a dar estas acciones... Es decir me sorprendió como a gran parte de la población el golpe de Chávez, como siempre fue nombrado por la gente común. Salí a la calle en busca de información y recuerdo que a eso de las 11:00 am. compre una edición especial de El Globo, sobre estos sucesos lleno de errores en sus textos por la premura. En su portada estaba la fotografía de Hugo Rafael Chávez Frías en el momento de la entrevista por televisión para su rendición. (material que lamento haber perdido, entre mis tantas mudanzas)
En la universidad empezamos a reunirnos para comentar los sucesos y ver que acciones tomar con respecto a la ya desbordada situación producto del malestar social que imperaba, luego de los sucesos del 27 y 28 de febrero que se extendieron hasta el 2 de marzo de 1989. Ese episodio de la historia contemporánea me tocó vivirlo en Guarenas, ese 27 de febrero cuando en el Terminal de esta localidad, se inició la rebelión de las masas, parodiando a Unamuno. Llegué a eso de las 6:00 am. al terminal y mienstras recorría la calle Comercio de Guarenas el huracán ya había pasado por ella. Creo que mejor cuento la historia completa en otra ocasión.
Mejor volvamos al 4 de febrero de 1992, el día que el pueblo venezolano conoció a Hugo Rafael Chávez Frías, por una actuación histórica que duró 1:04 minutos en la TV, y que cambió la historia contemporánea de Venezuela. En la UCV, se iniciaron debates en torno al tema y aún recuerdo la Cátedra Pío Tamayo, que fue un bastión político de la izquierda sobre los asuntos del país. Alli en la Sala E de la Biblioteca Central, vimos el video sobre los militares que el 27 de noviembre de 1992, tomaron VTV y la alocusión de Chávez trasmitida por ese canal. Y se establecieron grandes debates sobre la necesidad de la organización popular y si se debía apoyar o no a los militares, o si debería haber una mayor integración civico-militar, además de las diversas situaciones sociales y políticas que siempre eran debate en la Cátedra Pío Tamayo.
Chávez desde ese 4 de febrero de 1992 quedó en el colectivo de los más necesitados. Y recuerdo que en 1997, me topé con él en la Plaza Bolívar de Tovar en el estado Mérida. Chávez había iniciado el recorrido por el país para hablar de su proyecto bolivariano. Llegó con dos de sus compañeros y una corneta portatil, yo no me pude quedar a oírlo pues tenía que partir ese domingo a Mérida, porque tenía vuelo de regreso a Caracas esa tarde.
Hoy nos hacemos la pregunta ¿qué significó el 4 de febrero de 1992 para el pueblo venezolano? Se convirtió en un cambio estructural de la historia contemporánea de Venezuela, que ya se venía dando desde febrero de 1989, con el Guarenazo-Caracazo que sacudió las simeintes de una sociedad profundamente fracturada por la división de clases, encubierta por la pantalla chica de televisores que solo mostraban los beneficios de las clases dominantes. Al pueblo llano, al humilde, a los proletarios solo se les emborrachaba con telenovelas, cigarrillos, licor y películas de las peores los fines de semanas. Mientras los privilegiados disfrutaban de las riquezas que producía el petróleo y era despilfarrada por los meritócratas de PDVSA y los políticos de turno.
Aún recuerdo que a principios de los '80, el pueblo pobre tenía que hacer grandes colas para comprar azúcar, café, arroz, leche, harina de maíz, caraotas, entre otros comestibles necesarios en los camiones container de CORPOMERCADEO, porque en ese entonces las grandes cadenas de mercados jugaban a la escases para aumentar los precios, esto era bajo el gobierno de Luis Herrera Campins, y se requería madrugar (desde las 4:00 a.m.) para poder comprar algo que comer; cuantos recuerdan el Viernes Negro... Y luego, a finales de esa década febrero de 1989, con cierta indignación llega mi recuerdo cuando oía a los soldados los primeros días de marzo de 1989, gritarle a las ancianas, a los jóvenes, a los niños y mujeres que hacía colas para comprar en los camiones comida para sus familias, "bueno no les gusta saquear, calénsela ahora, muertos de hambre", lo que es no tener conciencia de clase. Esos soldados mediatizados por canales de TV como Venevisión y RCTV, y las doctrinas de la Escuela de las Américas, eran hijos de madres y padre humildes que vivían o/y viven en los barrios, comunidades populares y humillaban a su propia gente, porque eran convertidos en desclasados, en represores de su propia gente y en gendarmes.
Sí, aún creo que al 4F, de ese 1992 le faltó pueblo. No sé si los dirigentes de ese momento tenían conciencia de ello. Pero si recuerdo y viví la manipulación constante de los medios televisivos o Mass Media (según McLuhan), para intentar borrar la rebeldía del pueblo venezolano, de febrero de 1989, de la cotidianidad del país. Pero llegó el 4 de febrero de 1992, y nuevamente la rebelión se hizo presente, no conformes con eso, vino también el 27 de noviembre de 1992, para ratificar que la rebelión no sería acallada, y desde entonces estamos construyendo una rebelión del continente, del mundo, para sembrar la vida en un momento, en el cual la cultura de la muerte se impone a la fuerza, con sangre y fuego en el mundo entero.
Pues no más, apostamos a la vida; pero tenemos que construir ese nuevo pensamiento que nos lleve a ella. Si no fuese así el 4F no podrá tener trascendencia y a este pueblo sólo le quedaría profundizar su rebelión para convertirla en una verdadera revolución que transforme esta sociedad burguesa que le quita la vida. Es necesario la transformación de este estado burgués que reproduce los modelos de dominación de los poderosos sobre el pueblo pobre. Sólo así habrá tenido contundencia la vida de muchos compatriotas que han luchados por una mejor patria para todos, por una patria socialista.