AGRADECIMIENTO Y PROTECCIÓN POR EL ARCÁNGEL MIGUEL
Oh, amados estudiantes de la Luz, sobre sus frentes resplandece la Llama Azul de la Protección y defensa de la Fe. A través de la Luz de Mi Corazón y de sus corazones, el Arcángel Miguel, que en un Sedero de Amor, Paz, Confort, Opulencia, Iluminación y Bienestar físico, mental, emocional y espiritual. En unión y comunión con el Arcángel Miguel sentiras la Luz de sus corazones creando un Sendero delante de nosostros, a medida que dejemos las habitaciones cada mañana y caminemos en el sendero de los Ángeles durante el día con la misma seguridad como si pasaramos a través de un Rayo que ha hecho un sendero permanente a través de la sustancia Tierra por los Maestros.
Amado Arcangel Miguel, te amo, te bendigo y te doy las gracias por tu poderoso servicio para mí; para toda la humanidad, y nuestra Tierra por tanto tiempo. Envía Tus Ángeles Ascendidos de la Protección para que me envuelvan a mí y a mis amados seres, y a toda persona constructiva sobre la Tierra. CORTA, LIBERANOS de los pensamientos y sentimientos que son el Concepto Inmaculado de Dios para nosotros. Te damos Gracias. Amén
INVOCACIÓN A MIGUEL ARCÁNGEL PARA COMENZAR EL DÍA
Amado Miguel, mi buen protector, al amanecer preséntame ante mis ojos todas las ocasiones para obrar el bien, que el nuevo día me depara y no permitas que las menosprecie.
Despierta mi actividad espiritual y dirígela hacia aquellos a quienes pueda colaborar. Que mi voluntad secundada por tu gracia, produzca todos los días obras dignas de la eterna felicidad. Amén
Oración de Perdón
El Perdón es un valioso regalo que no se obtiene ni se da fácilmente. El perdón es esencial para la vida; nos libera de los errores del pasado y nos da esperanza para el futuro. Es para perdonarnos que Jesucristo vino a la tierra a morir por la humanidad.
(En un profundo clima de oración y recogimiento, y después de haber invocado la presencia del Espíritu Santo, se hará esta oración con todo el corazón y con calma).
Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. Sé que tú me darás la fuerza para perdonar. Te doy gracias porque tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo.
Señor, yo renuncio a el sentimiento de rencor que tengo contra ti, por todas las veces que pensé que tu enviabas la muerte a mi familia y la gente decía que era “la voluntad de Dios”. Si ha habido un resentimiento subconsciente en mí, renuncio a él.
También por las dificultades, problemas económicos, castigos, ya que pensaba que tú los enviabas a mí y a mis familiares. Señor, es posible que desde niño haya guardado estos resentimientos, pero, ahora yo renuncio a eso. ¡Comprendo que me amas y que quieres siempre lo mejor para mí!
Señor me perdono a mí mismo por mis pecados, por mis faltas y mis caídas. Por todo lo que es verdaderamente malo en mí, por todo lo que pienso que es malo, me perdono a mí mismo. Amén
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