lunes, 16 de junio de 2014

La educación para la liberación

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La educación para la liberación, responsable frente a la radicalidad del ser humano, tiene como imperativo ético el descubrir la verdad. Ética y Política.   

 Paulo Freire


Aún nos cuesta romper con los paradigmas y modelos que nos ha impuesto la sociedad capitalista, esa que nos educa con procesos de individualismo conservador.

Esa que nos ha vendido que la profesionalización es lo único válido para tener asceso social, en miras de crear una respuesta meramente técnica a las labores de la sociedad.

El ámbito academiscista, se fundamenta en la escolástica medieval pre capitalista, de allí viene la Universidad y los claustros estudiantiles; ¿será por esos que nuestras escuelas parecen cárceles? Y no se parecen a la escuela de Sócrate, de la que tenemos referencias por Platón, que son  jardines y caminos para reflexionar, exponer y filosofar, espacios públicos. Deberíamos pensar en escuelas como son nuestro Museo de Bellas Artes, espacios amplios con jardines, salas de exhibición y biblioteca, centro de documentación y videotecas, además de salas de informáticas para el proceso de conocimiento sobre las nuevas tecnologías.

Pero, nuestras escuelas siguen siendo estructuras de cárceles, que a la final se convierten en depósitos de seres humanos, con una educación que repite la estructura bancaria, en sus horarios (educación para reproducir el modelo de explotación capitalista), en su estructura, es su enseñanza, es decir, saber de todo mal aprendido para no saber nada últil desde la esencia humana. Aprender en el vacio, no en las relaciones de la vida, en los valores solidarios, en las experiencias de los seres que conviven con la naturaleza y en los saberes ancestrales que nos darían una perspectiva diferente de la vida cotidiana.

Cuantos soñamos con la trasformación de la estructura del capitalismo en una verdadera condición de lo humano para la libertad, debemos asumir que sin formación política y sin desarrollo de la conciencia social no hay profundos cambios, esos estructurales que dejan de poner todo como mercancia, incluso las relaciones afectivas de los seres humanos.

La educación para la liberación se convierte en una necesidad para el cambio hacia el socialismo, que sigue siendo una mera etapa de transición hacia el bien común y humano de los seres que habitamos este planeta.